lunes, 16 de mayo de 2011

Narración | Un día en la vida de X

Todavía no se habían encendido las luces diurnas cuando X se levantó. Había dormido mal por las molestias que sentía en la zona del implante en el brazo de la prótesis biónica(1) que llevaba a consecuencia de la pérdida del mismo en un accidente. Todavía hacía poco que lo utilizaba y ya le habían advertido que posiblemente necesitara ciertos ajustes. Más le preocupaban las pequeñas imprecisiones que había detectado en los movimientos necesarios para el desarrollo de sus actividades como técnico de mantenimiento, por lo que había solicitado una revisión en el Laboratorio de Prótesis del Centro Biomédico. Se levantó, listo para iniciar la nueva jornada, dirigiéndose al baño para tomar su ducha matinal mientras reflexionaba acerca de las bondades de las, recientemente instaladas, “duchas” de ultrasonidos (2) cuyo uso proporcionaba al edificio (3, 3.1) un ahorro considerable de agua y, aunque personalmente él prefería la tradicional de agua caliente, tenía que reconocer que la reducción en el consumo de agua, continuamente escasa en el edificio desde el momento del aislamiento, había mejorado sensiblemente el nivel de reservas y por lo tanto la calidad del suministro.

Eligió para vestirse uno de los nuevos atuendos confeccionados en material antimanchas preparados para la limpieza ultrasónica, con que se estaban sustituyendo los tradicionales de fibras naturales o sintéticas. Nuevamente, pensó, ahorro de agua. Le costó más tiempo del normal vestirse debido a la torpeza en el manejo del brazo biónico, motivo de su cita con el técnico del Laboratorio de Prótesis, aún así a las 8:30 estaba en el corredor de la planta en la que estaba ubicado su departamento, encaminándose a su cita en el Laboratorio.

Mientras caminaba por el corredor hacia los ascensores iba pensando en el trauma que supuso la pérdida del brazo en el accidente y la sensación de pánico que sintió cuando, tras las operaciones de cura, vio que había perdido la mano y mas de la mitad del antebrazo. ¿Cómo podría seguir ejerciendo su profesión?, además ya no seria capaz de tocar la guitarra como solía y, seguramente, se encontraría con serias limitaciones para llevar una vida normal. En aquel momento casi cayó en depresión.

Cuando el equipo médico le propuso implantarle una nueva prótesis biónica con la que le garantizaban una recuperación de movimientos, habilidades y precisión de más del 95% casi no podía creerlo. Le explicaron que consistía en una estructura de varillas compuestas de titanio y materiales composite de fibra de carbono, implantada en la parte restante del cúbito y el radio (parecido a los implantes dentales) con una mano articulada de los mismos materiales. El accionamiento estaba confiado a nanomotores que accionaban las articulaciones y los cables sustitutos de los músculos, todo ello envuelto en un material sintético elástico que proporcionaba forma al brazo y que permitía incluso el crecimiento de la piel sobre él (4) con lo que el aspecto era casi idéntico al brazo bueno. El mando lo realizaba un microcomputador instalado dentro del antebrazo que recibía las órdenes a través de biochips(5) conectados a las terminales nerviosas supervivientes. El suministro de energía consistía en una biopila autorregenerable(6) implantada asimismo en el antebrazo.

¡Un milagro!, cuando empezó a manejarse con su nueva prótesis casi no lo podía creer. Cierto que tuvo un periodo, y no corto, de aprendizaje pero llegó a recuperar, tal como le prometieron, la funcionalidad casi total, incluso tocaba nuevamente la guitarra, no con la misma habilidad de antes, pero lo suficiente como para proporcionarle razonable satisfacción. Mientras estaba en recuperación se había interesado en la situación de las prótesis(7) antes de que las bioprótesis estuvieran disponibles y llegado a la conclusión de que la reinserción social después de un accidente como el suyo, sin las soluciones biónicas disponibles en su tiempo, debían de haber resultado tremendamente costosas, difíciles y traumáticas, siendo fuente de frustración para las víctimas. La revisión fue rápida y sencilla, ciertos ajustes realizados rápidamente por el técnico con la ayuda de sistemas de realidad aumentada y en menos de media hora estaba saliendo en dirección a su puesto de trabajo.

Una vez dirigiéndose a su puesto de trabajo (aunque el camino no era muy largo debido a los ascensores), le dio tiempo para pensar y reflexionar sobre su devenir y el de todos los compañeros que se encontraban en el edificio. La nueva situación, y más el duro golpe psicológico sufrido por el brazo, le hizo replantearse su labor dentro del edificio. Su misión en un principio era la de coordinar y comunicar las decisiones que se desarrollaban entre las diferentes áreas para una buena gestión de las nuevas medidas a desarrollar, pero ahora sólo pensaba en que no quería que nadie que tuviera que pasar por la dura situación por la que X pasó, se sintiera como él se sintió, solo y sin el apoyo de otros. Ahora estaba tomando consciencia de su verdadera situación, comenzando a ver que las relaciones importantes no eran sólo las estrictamente profesionales, sino que estaba empezando a darse cuenta que tenía que desarrollar espacios en los que las personas pudieran estar para conversar, pasar el tiempo y plantear peticiones informales que sirvan para desarrollar un ambiente armonioso, algo fundamental para la convivencia.

Por ello amplió su gestión dentro del edifico. Comenzó a diseñar, en las zonas que él disponía, lugares de reunión en las que estar no como simples zonas de ocio, sino espacios donde prime la comunicación y todos los habitantes puedan ampliar sus lazos de amistad (8). La habilitación de la sala no fue una tarea difícil ya que X tenía el acceso a los archivos donde se almacenaban los datos de la disposición de las plantas. Pensaba que en pocos días el lugar podría estar completamente habilitado, y tras los mensajes que se darían en las casas (mediante los altavoces que hay en cada vivienda para difundir las noticias entre los habitantes) enseguida comenzarían a llegar las primeras personas. Su nueva vida, también nueva para todos, comenzó a calar tan hondo en los habitantes que eran necesarios estos lugares para poder aprender a mirar la vida desde esta nueva óptica planteada.

Pero no pretendía quedarse solamente ahí, la pertenencia al edificio se preveía como eterna, por lo que se planteaba la situación de nuevos inquilinos fruto de las relaciones entre las personas. Era un tema que comenzó a preocuparle, diseñando nuevos métodos de estudio donde se incluiría una base cultural (para no olvidar de dónde venimos), pero centrada en la rama científica para la mejora del edificio, sabiendo que para ello aún quedaba bastante.

Ahora estaba centrado en habilitar la zona de reuniones y contó con la ayuda de muchos de sus compañeros que estaban entusiasmados con la idea. Comenzó a elaborar diseños para ver cuáles eran las materias que querían tocar. La base era crear un espacio donde todos pudieran ir para hablar relajadamente, pero luego pensó en unas terapias en las que él intervendría como mediador para tratar temas relacionados con el pasado y el futuro. El objetivo se configuraba desde la idea del respeto y la tolerancia, y así poder comenzar a construir las bases fundamentales para la convivencia. Era un proyecto que le motivaba para continuar hacia adelante y no dejarse vencer por aquellos momentos de nostalgia que cubrían sus noches. Esto era lo que quería trasmitir a todas las personas; debían sentirse orgullosos de haber sobrevivido y por ello tenían que sentirse unidos para poder luchar y mejorar su nueva vida(9).

Todos estos nuevos proyectos le llevaron todo el día, un día que recordará toda su vida porque comenzaba un nuevo tiempo para X. Con toda la ilusión posible volcada en sus pensamientos, se dirigía a su casa. Nada más llegar, pensó en una nueva ducha como la matutina; estaba agotado y la zona de la prótesis biónica en el brazo le molestaba bastante, pero por eso mismo, sabía que lo que tenía que hacer era comer algo, conseguir energía. Es cierto que lo que menos le interesaba era cenar, sabe que es la comida menos importante del día, pero también sabe que no puede dormir bien si no consigue complementar todas y cada una de las comidas, ya lo había comprobado esta última noche y ni era la primera, ni iba a ser la última. Los alimentos de los que dispone son todos transgénicos(10) o, directamente, pastillas y píldoras(11), sin contar de vez en cuando con una especie de pastilla semidura y masticable muy sabrosa(12) y que es la utilizada en las fiestas o días concretos para celebraciones o cumpleaños. Se compone, básicamente, de mango y mamey y otros ingredientes que le añaden los científicos para que este alimento sea más consistente y así poder usarlas en casos futuros de emergencias. Es una especie de dulce con gran aporte proteínico y calórico que ya utilizaba la NASA para complementar la dieta de los astronautas. Pero X piensa que en general, todos estos alimentos transgénicos y estas píldoras y pastillas no aportan, ni a sus vecinos y compañeros ni a él, todos los nutrientes necesarios para llevar el día a día sin caer en enfermedades como la anemia u otro tipo de carencias vitamínicas, por eso mismo la alimentación es algo a tener muy en cuenta en la vida dentro de este edificio.

Por la mañana desayunó cápsulas con un gran aporte calórico, macronutrientes, le dijo en cierta ocasión un científico de los que trabajan en el Servicio y Suministro de Alimentos. Estos macronutrientes son los compuestos por hidratos de carbono o glúcidos, lípidos y proteínas. Energía pura y dura pero que se quema con facilidad y más aún siendo la primera ingesta del día. X echa de menos tostadas con mermelada, pero de eso ya hace mucho tiempo. Lo que sí echa de menos de verdad, es la sensación de masticar y tragar. Por esta misma razón, al mediodía comió algo de fruta: un plátano, una manzana y, algo más tarde, una pera. Las tres frutas tenían un sabor al que no acababa de acostumbrarse. Es por culpa de los experimentos transgénicos, se dice a sí mismo. En cierta ocasión visitó los laboratorios y las macrohuertas que están ubicadas en la azotea. Lo que más le sorprende de los alimentos transgénicos es que los científicos consigan cruzar genes entre unas plantas y otras para, por ejemplo, hacerlas más resistente a las sequía o la falta de agua, como es el caso en el que se encuentran. Sólo tiene que ver la cantidad de arroz que consume la población en la que vive y la poca cantidad de agua que requieren los arrozales transgénicos. Estos científicos trabajan duramente para poder darnos de comer -medita X-, pero hay que reconocer que ni el sabor ni las propiedades son las mismas. ¿Aún así, qué podemos esperar viviendo en la situación en la que vivimos?

El agua es otro gran problema y X, inevitablemente, relaciona un tema con el otro. Es cierto que existen numerosos canales y vías por las que filtran agua del exterior y después se dedican a depurarla para usarla en riegos para alimentos y para beber, tanto seres humanos como animales, aunque cada vez hay menos animales y la gente se está acostumbrando a alimentarse a base de vegetales y píldoras. Cada vez veo a más niños veganos, pero yo cada vez echo más en falta un buen churrasco con patatas fritas –se lamenta X. Para lavar ropa, platos y demás usos del agua, se hace de manera conjunta y dividiéndose entre las cientos de plantas del edificio, sin contar el aporte de las duchas de ultrasonidos en cada vivienda. De esta manera, se ahorra de manera considerable la cantidad de agua utilizada.

Bueno, tendré que cenar –dijo en voz alta X. Abrió la nevera y aún le quedaba un poco de ese dulce típico para eventos especiales, pero 2500 kcal. concentradas en cuatro bocados para después irse a dormir era demasiado potente, pensó, así que programó la licuadora para una cena ligera rica en micronutrientes (vitaminas y minerales) y contrarrestar de esa manera el aporte matinal de macronutrientes. Mientras la licuadora obtenía los ingredientes a través de tubos conectados a la central del Servicio y Suministro de Alimentos, X observaba, en silencio y absorto, el funcionamiento de la licuadora mientras se acariciaba la prótesis del brazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario